Había una vez un país donde habitaban hadas y duendes que se llamaba República Democrática Donde Habitaban Hadas y Duendes. En ese país todos vivían felices y se drogaban con un polvo amarillento llamado polvo de hadas; comerciaban con otros países como Liliput; cuando morían sus cuerpos eran cremados con crema de coco que era importada a Dinamarca y de vez en cuando capturaban a un babilonio, se comían su hígado, le cortaban la cabeza, arrancaban sus ojos de sus cuencas y con el cráneo vacío confeccionaban bonitas lámparas de aceite. Había un pequeño duende llamado Anularcito, era muy valiente y era uno de los mejores matadores de babilonios.
Un día, un país llamado USA que estaba habitado por gordos comedores de hamburguesas y bebedores de petróleo que se llamaban gringos, y les encantaba inventar peliculas mentirosas, invadir países de Oriente Medio, pudrir los cerebros de los otros habitantes del mundo y comer pura basura; quisieron atacar con aviones F-18 a la República Democrática Donde Habitaban Hadas y Duendes para beberse todo su petroléo y decir ''Fakiu, fokin fag'' a los habitantes.
Pero Anularcito era muy inteligente así que ideó un plan para sacar a los ogros de su país. Anularcito hizo millones de hamburguesas y las puso en una trampa, los ogros se sintieron atraídos por su olor y fueron a donde las hamburguesas que devoraban salvajemente diciendo: ¡Oh mai gad, deliciouhs!. Entonces Anularcito tiró de una cuerda, y una jaula le cayó a los gringos, y ellos dijeron llenos de furia: ¡¡¡¡Wadafac!!!! ¡¡¡¡¡Ouuuuuuhh Men!!!!
Anularcito no les hizo caso, los explotó con dinamita, sus tripas salieron volando y todos fueron felices para siempre.
MORALEJA: Si eres un norteamericano con ganas de beber petroléo e insultar, piénsalo dos veces antes de ir a la República Democrática Donde Habitaban Hadas y Duendes o Anularcito te va a hacer explotar en pedazos.
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